Según un estudio de la Sociedad Torácica Americana, padecer de estrés durante el embarazo podría aumentar el riesgo de que tu futuro bebé tenga asma en la infancia.
Una mujer estresada muestra cansancio y hasta depresión, por lo que tiene mayor facilidad para enfermarse. Este estado lo transmite la madre al feto a través de la placenta provocando efectos negativos en el bebe.
Por ello, los especialistas recomiendan a las gestantes tranquilidad y serenidad ante los cambios que tendrá su cuerpo y los síntomas del proceso de formación del bebé.
