No hay duda de que ser mamá es un reto, pero ser mamá primeriza es uno todavía mayor. Desde el primer día que conocemos el embarazo, nos abordan toda una serie de dudas: ¿todo irá bien? ¿Cómo será el bebé? Además, en muchas ocasiones, el hecho de ser mamá por primera vez hace cometamos una serie de errores que, de volver a quedar embarazadas y tener más hijos, seguramente no cometamos otra vez. Sabemos que la experiencia es muy importante en todos los ámbitos de la vida, especialmente en el de ser mamá y formar una familia. Por eso queremos darte unos consejos para mamás primerizas que nunca olvidarás. ¡Sigue leyendo para conocerlos todos!
Después del primer embarazo, una de las primeras cosas que debes hacer como mamá primeriza es informarte bien. Leer mucho (sobre maternidad, alimentación infantil, cuidados del bebé, educación, el sueño de los niños, etc.), ya sea libros o revistas especializadas, te ayudará a afrontar esta bonita etapa con más seguridad. La primer maternidad se vive con especial intensidad y a veces ignoramos la opinión de los expertos. No tengas miedo de preguntar al médico o al pediatra cualquier duda que tengas sobre salud, deporte o alimentación durante y después del embarazo. Recuerda que cada mujer es diferente. Aunque escuches puntos de vista de otras madres, es esencial que consultes tus dudas e inquietudes con un profesional y evites sustituir sus recomendaciones por otras, como las de tus amigas o familiares. También es aconsejable potenciar la comunicación con la pareja y hablar con ella cuando necesitemos consuelo o simplemente desconexión.
Durante los primeros meses de vida del bebé, deberás tomar una serie de precauciones. Eso no quiere decir que tengas a tu bebé en brazos todo el tiempo, que lo bañes varias veces al día y que lo esterilices todo. Es importante mantener todo bien limpio, especialmente los objetos que están alrededor del pequeño o la pequeña, pero eso no quiere decir que no puedan abrazarlo o besarlo tus amigos y familiares, salvo que estén enfermos. En ese caso, evita que esa persona visite tu casa o esté en contacto con el bebé durante un tiempo para evitar contagios. Tampoco te vuelvas loca comprando cosas: existen miles de productos para la mamá y para el bebé en el mercado, de distintas marcas y precios. Intenta definir la lista de compras y decidir previamente qué es lo que realmente vas a necesitar a corto plazo. La mayoría de los productos para los bebés son prescindibles, al menos durante los primeros meses.
Muchas mamás defienden que la lactancia materna es el mejor regalo que una madre puede hacerle a su bebé y a sí misma. Y es que la leche materna es el alimento más adecuado para un bebé, porque le aporta los nutrientes necesarios y las grasas específicas para su desarrollo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además, refuerza el vínculo afectivo con tu bebé, previene la depresión posparto y reduce posibilidad de padecer cánceres de mama y ovarios. Consulta con tu ginecólogo todas tus dudas sobre cómo dar el pecho al bebé y qué beneficios puede aportarle en su crecimiento. Asimismo, deberás aprender a amamantar al bebé por primera vez, paso a paso.
Y, sobre todo, cuídate y sé feliz. La maternidad es una experiencia única y maravillosa. Aunque a veces puedas sentirte agotada, pronto sabrás que la sonrisa de tu bebé será una de las cosas que más fuertes te harán en tu día a día. No tengas miedo y ¡disfruta de este momento tan especial!
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