Los eruptos se producen naturalmente luego de que el bebé ha terminado de comer , y se justifica por el aire que pudo haber tragado mientras succionaba la leche materna.
Muchas madres se preocupan cuando ven a sus pequeños intranquilos, moviendo los brazos o llorosos, tras unos minutos de haber sido amamantados, esto sucede en ocasiones porque los bebés no logran expulsar el aire a través del erupto, y en consecuencia se inician los gases y los cólicos estomacales.
Sin embargo también puede que no manifieste signos de malestar; de ser asi, lo más probable es que no haya tragado aire y por eso no necesite expusar el erupto.