Si estás embarazada y empiezas a sentir algunos síntomas de la gripe porcina, lo mejor será que acudas cuanto antes a tu médico para que te examine y te medique, recuerda que no debes automedicarte porque puedes afectar la salud de tu bebé.
Al igual que ocurre con una gripe común o un resfriado, el virus de la gripe porcina no tiene por qué hacerle daño a tu bebé. Los medicamentos antivirales que se usan para tratar la gripe porcina están clasificados en la categoría C, estos son oseltamivir, zanamivir, armantadina y rimantadina.
Estos medicamentos antivirales, incluidos en la categoría C, han sido estudiados y se ha demostrado según estudios en animales que la amantadina y rimantadina son medicamentos teratogénicos y embriotóxicos (es decir, que causan efectos adversos en el producto) si se administran en dosis considerablemente altas. Sin embargo, en el caso de las mujeres que recibieron oseltamivir o zanamivir durante el embarazo, no se han reportado efectos adversos.
No olvides que finalmente será tu médico quien determinara si los beneficios o posibles riesgos de estos medicamentos.