El zinc es un mineral esencial en el funcionamiento del cuerpo humano, sobre todo en el sistema reproductivo. Pero además, aunque no es un medicamento, el zinc en el embarazo es fundamental para el correcto desarrollo del feto y crecimiento del bebé.
Pero los beneficios del zinc van más allá del embarazo, ya que mejora la actividad cerebral y el sistema inmunológico, ayuda a aliviar las alergias y favorece que los tejidos cicatricen y se regeneren. No obstante, es importante mantener unos niveles adecuados de zinc durante el embarazo. Por eso, si las embarazadas muestras una cantidad de zinc en sangre muy baja deben tomar más zinc. Pero el zinc no se administra mediante medicamentos, sino a través de suplementos con zinc que actúen como complementos alimenticios.
Normalmente, el suplemento de zinc no sería necesario si se mantiene una dieta equilibrada, pero en caso de que se consuma poca carne roja o se lleve una dieta vegetariana, las mujeres embarazadas pueden tomar un suplemento multivitamínico prenatal, el cual contiene una cantidad adecuada de zinc. No obstante, lo mejor que podemos hacer es consultar al médico y que sea él quien nos aconseje sobre la cantidad más adecuada y saludable para el bebé y la madre.