Una de las molestias más habituales que experimentan las mujeres durante el embarazo es el dolor de riñones, y se da sobre todo a partir del segundo trimestre. Se trata de una dolor en la zona baja de la espalda que no está relacionado con el órgano, si no que más bien se refieren al dolor lumbar.
Pero el dolor renal también puede implicar otras patologías. La causa más común del dolor de riñones es la infección del tracto urinario que se puede extender al riñón. Los síntomas molestias al orinar, calambres, sangre en la orina y dolor en la parte inferior de la región abdominal. La infección renal puede incluir fiebre, vómitos y escalofríos. El dolor en la espalda que se produce por una infección renal es punzante y se localiza en la zona de la cintura.
Si padeces dolor de riñones, es recomendable que consultes a tu médico para descartar patologías graves.
Posibles causas del Dolor de riñones en el embarazo
A medida que el bebé aumenta su tamaño y peso, las mujeres se ven obligadas a curvar su espalda, de manera que tengan una postura compatible. Esto provoca tensión en la zona y puede causar el dolor de riñones.
Pero el dolor de riñones también puede estar provocado por una infección del tracto urinario o una infección del riñón. Por lo que es importante reconocer los síntomas y acudir al médico para verificar lo que ocurre.
Advertencia
Si el dolor es debido al peso del bebé, se desarrollará durante el segundo trimestre. Si éste se presenta durante el tercer trimestre debe acudir al médico, ya que el dolor de riñones puede confundirse con contracciones uterina. Deberás comprobar, cuando te ocurra, si el útero se endurece a la vez.
En cualquier caso, es recomendable acudir al médico para descartar que se trate de infecciones.
Tratamientos para tratar el Dolor de riñones
Las infecciones se curarán con antibióticos, que ayudarán a eliminar las bacterias.
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Remedios para tratar el Dolor de riñones en el embarazo
Para el dolor de riñones causado por infecciones, es recomendable beber al menos dos litros de agua y evitar los alimentos procesados, los ricos en azúcar y la cafeína. El zumo de arándano puede ayudar a prevenir infecciones urinarias.
Si el dolor es debido al peso del bebé, se podrá corregir evitando malas posturas u realizando ejercicios de movimientos basculantes con la pelvis.
