Los médicos recomiendan realizar este examen para descartar algunas complicaciones en el embarazo. Entre ellas:
- Prevenir amenazas de aborto.
- Si hay sangrado pélvico, determinar su causa.
- Escuchar los latidos del corazón del bebé.
- Seguir de cerca el crecimiento del embrión desde las primeras semanas del embarazo para descartar cualquier anormalidad.
- Determinar si el cuello uterino dilata antes del tiempo previsto para el trabajo de parto.