Durante el embarazo, el cuerpo de la mujer se ve sometido a numerosos cambios que pueden tener como consecuencia daños en la piel, en ocasiones difíciles de reparar. Por esta razón, a continuación vamos a conocer cómo prevenir y tratar los problemas comunes de la piel en el embarazo.
Cloasma gestacional o la máscara del embarazo
En este periodo existe una tendencia bastante común, la aparición de manchas en la cara que se conocen como cloasma gestacional. Surgen como consecuencia de los cambios hormonales propios de este periodo y también puede influir en su formación una cierta disposición genética, pues ocurre particularmente en las mujeres de piel oscura.
La cloasma gestacional ocurre por las variaciones de hormonas en el seno materno, que influye en las concentraciones de melanina. La melanina es la sustancia que nos protege del sol y da color a la piel y al pelo. Debido al desequilibrio hormonal propio del embarazo, es habitual que en determinadas zonas de la cara aparezcan manchas de color café.
No son manchas preocupantes, ya que suelen desaparecer tras el parto de manera natural, aunque para evitar su aparición es aconsejable evitar el sol directo en la cara, incluso en invierno, y usar cremas con protección solar.
Un consejo es acudir a cremas y productos ecológicos de cosmética natural, ya que estos productos naturales aportan más beneficios tanto para la madre como para el bebé y no suelen ser tóxicos ni abrasivos.
Las estrías, ¿cómo combatirlas?
Las estrías son habituales no solo durante el embarazo, pero especialmente en este periodo son muy acusadas. Se deben al aumento de volumen que sufren las mujeres durante la gestación. A esto se le suma la falta de elasticidad de la piel.
Las estrías no son un problema dermatológico grave, pero sí son muy antiestéticas. Durante el embarazo, la piel se estira con el aumento de volumen que experimenta el cuerpo. A consecuencia de esto, se produce la rotura de las fibras de colágeno y elastina que provoca la aparición de fibrosis en forma de una pequeña cicatriz, la estría.
Nuevamente, los cambios hormonales también favorecen la aparición de estrías. Durante el embarazo, la producción de colágeno se altera. El tipo de piel y la predisposición genética de cada persona aumenta la posibilidad de desarrollar estrías. Las pieles secas y claras son más propensas, pues la dermis se fisura con mayor facilidad si se encuentra poco hidratada.
Es importante que las mujeres embarazadas, desde que conocen su estado de gestación, mantengan su piel lo más hidratada y elástica posible, aplicando cremas hidratantes o antiestrías que activen la regeneración de las fibras de la piel mediante colágeno y elastina.
Celulitis o piel de naranja
La aparición de celulitis o piel de naranja es, junto con las estrías, uno de los problemas estéticos más comunes del embarazo. Una vez más, estos cambios se explican por los cambios físicos y hormonales que experimentan las mujeres en etapa de gestación.
Para evitar la aparición de celulitis durante el embarazo se recomienda cuidar la alimentación, evitar el exceso de sal y de azúcar así como los alimentos muy grasos. La celulitis y las estrías aparecen con mayor frecuencia en el tercer trimestre del embarazo, pues es cuando el volumen del abdomen aumenta en mayor grado.
En el mercado existen numerosas cremas anticelulíticas especiales para embarazadas. Para reducir su efecto antiestético es aconsejable aplicar masajes circulares en las zonas más afectadas con crema hidratante o cremas anticelulíticas, que resultan más efectivas.
Es aconsejable optar por cremas que no contengan cafeína, un componente muy común en estos productos y que no está indicado para mujeres embarazadas.
Los problemas de acné
A diferencia de los problemas anteriores, que sí tienen un carácter más general, el acné no aparece en todas las embarazadas. Es un problema estético cuya aparición es muy variable, depende de cada mujer.
A la hora de utilizar cremas o productos cosméticos para combatir el acné, se aconsejan aquellas con capacidad hidratante, que aportan agua, y que tienen componentes como los alfahidróxidos o el ácido glicólico, que son seguros en el periodo de gestación.
Picazón y problemas de irritación
Un último problema estético y de carácter dermatológico es la piel reseca y la irritación, que llega a causar comezón y picor intenso. Esta afección es común que suceda a partir del segundo trimestre y se localiza especialmente en el abdomen.
Estos problemas se pueden solucionar con cremas hidratantes o aceites humectantes.
Ahora que conoces los principales problemas de la piel en esta etapa de tu vida, anticípate a su aparición o ponles remedio con los consejos que te hemos dado, y que estos contratiempos no estropeen tu maravillosa experiencia.
