¿Qué cosméticos pueden usarse durante el embarazo?

Qué cosméticos son aptos en el embarazoMaryna Pleshkun || Shutterstock

Cuando hablamos de un tema como el embarazo estamos hablando de la época de la vida de una mujer en la que más necesita cuidarse. No es solo porque haya una pequeña criatura creciendo en su interior que depende de ella en todos los sentidos, sino por ella misma, porque su cuerpo está sufriendo unos cambios que no puede perder de vista. Afortunadamente, la mujer embarazada dispone de aliados para evitar que ciertos cambios resulten irreversibles, y los cosméticos tienen un protagonismo evidente en la actualidad.

Eso sí, no todo el abanico de productos de cosmética es recomendable durante esta etapa. El retinol y sus derivados, la cafeína presente en algunos anticelulíticos, ciertos aceites esenciales, el minoxidil o el ácido salicílico, son ingredientes presentes en cremas antiarrugas y otros cosméticos que debemos evitar durante el embarazo. Y para poder identificarlos es cuando entra en juego el INCI, abreviatura de International Nomenclature Cosmetic Ingredient (o Nomenclatura Internacional de Ingredientes Cosméticos en español), cuya comprobación es una tarea obligatoria. Para leer el INCI debes tener en cuenta algunas reglas básicas. Por ejemplo, que los ingredientes han de aparecer en orden de mayor a menor cantidad, según la composición y elaboración del producto. Es decir, aquellos componentes que aparecen en primer lugar están presentes en mayor cantidad que los que se encuentran a la mitad del INCI o al final.

Lo mejor es que hagas caso a los recomendaciones de tu médico, farmacéutico o experto en belleza de confianza. Estos profesionales, que han tratado a otras muchas mujeres embarazadas a lo largo de su trayectoria, saben qué ingredientes te convienen y cuáles no. Fíjate en la posición que ocupan en el INCI de los productos que vayas a comprar y podrás decidir cuáles quieres y aquellos que por el contrario se quedan en la tienda.

También sirve, por supuesto, conocer las experiencias que han tenido otras madres, tanto de tu entorno como de fuera de él. Mamá en la selva, por ejemplo, te cuenta el embarazo de Alexandra desde el punto de vista de los cambios que experimenta el cuerpo pasando, paso a paso, por cada etapa del embarazo.

La piel en general

La mujer embarazada sufre cambios hormonales que incrementan la actividad de los melanocitos, lo que, a su vez, aumenta la síntesis de melanina. A esto se suma la exposición a la radiación ultravioleta, que también incide en la síntesis de melanina.

Como consecuencia, la mayoría de mujeres embarazadas sufren unos cambios de coloración en ciertas partes del cuerpo, que tienden a oscurecerse, un fenómeno que suelen observar más las mujeres de piel oscura que las de piel clara. Es en la areola, la vulva, las axilas o la cara interna de los muslos donde más evidente puede ser este oscurecimiento, además de la línea que recorre el abdomen y que conocemos como línea alba.


Lo habitual es que la piel recupere su tono habitual cuando el embarazo termine, pero debes evitar la sobreexposición solar y, como en cualquier otra etapa de la vida, utilizar cremas fotoprotectoras, con un nivel de protección alto. Úsala cada día, aunque no vayas a tomar el sol, y evita la exposición directa en las horas centrales del día durante el verano y cúbrete bien con sombreros y otros accesorios.

Debes acompañar su uso con el de una crema hidratante intensiva que, además de humectar, refresque y relaje. Así evitarás que la piel se reseque y se irrite, especialmente a partir del segundo trimestre. Puedes aplicártela después de la ducha.

Los pechos

Durante el embarazo, los senos están más sensibles y duros, además de que se produce un aumento del pecho porque sus glándulas y conductos internos se desarrollan para producir leche. También notarás resaltadas las venas de la superficie, al aumentar la circulación de la sangre, así como el oscurecimiento del pezón. Puedes sentir también hormigueos y punzadas ocasionales.

Algunos productos especializados contienen centella asiática para potenciar la firmeza y tonificar los tejidos, elastorregulador para reforzar y otros ingredientes para aportar elasticidad y flexibilidad a la piel, además de relajarla.

A esto se deben sumar otros hábitos, como el uso de sujetadores adecuados.

Las piernas

El aumento de peso, entre los 8 y los 13 kilos, hacen que las piernas acusen el cambio, y que la embarazada sufra calambres, pesadez o hinchazón, especialmente en tobillos y pies. Otras alteraciones favorecen la retención de líquido, como es el aumento y volumen de la circulación de la sangre.

Lo ideal es que uses geles de baño no irritantes, que respeten el pH de la piel y no alteren su manto protector natural. Puedes acompañar su uso con un gel especial para piernas, que puedes ponerte mañana y noche, con un efecto frío y calmante que te proporcionará confort.

Las estrías

Aparecen en la mayoría de mujeres embarazadas, entre el 75% y el 95%, según los cálculos. Lo hacen por el rápido incremento de peso y por el aumento de la producción de estrógenos, y son especialmente perceptibles en el pecho, el abdomen, los muslos y las caderas.

El mercado pone a tu disposición tanto aceites y cremas de prevención de estrías como concentrados cosméticos de corrección. Estos últimos te los puedes aplicar con un suave masaje por la mañana y por la noche, durante al menos dos meses. También aportan elasticidad, flexibilidad y sensación de confort.

Las alteraciones biológicas, metabólicas y hormonales suelen producir también alteraciones en el cabello, la zona íntima o la boca. No hace falta que te obsesiones, pero si observas fenómenos como la repentina caída de pelo, ponte en contacto con tu médico o farmacéutico y usa productos adecuados.

© 2008 - 2024 () elembarazo.net. Todos los derechos reservados.

o

Inicia Sesión con tu Usuario y Contraseña

o    

¿Olvidó sus datos?

o

Create Account