Si tienes antojos en el embarazo y no sufres ningún problema de salud ni el médico te lo ha contraindicado, puedes saciarlos sin miedo a que esto perjudique tu salud ni la de tu futuro bebé. Antiguamente, se creía que si una embarazada no saciaba sus antojos, su hijo nacería con una mancha sobre la piel con la forma del alimento que la madre había deseado comer. Evidentemente, esto no es más que una creencia que hoy ya nadie cree pero que se sigue comentando. Estas manifestaciones cutáneas no son más que angiomas o malformaciones vasculares derivadas de la dilatación capilar.
Aun así, una embarazada no debe descuidar su alimentación, pues necesita mantener su cuerpo en forma y proporcionar a su organismo y al del bebé todas las sustancias que necesiten. Se recomienda un cuidado especial con los carbohidratos y los azúcares así como comer en pequeñas cantidades y varias veces al día, para facilitar la digestión.
