Las mujeres que durante su embarazo bebieron grandes cantidades de alcohol podrían ocasionar en su bebé el síndrome de alcoholismo fetal.
Físicamente tienen los ojos pequeños y el labio superior más delgado de lo normal, además no muestran la pronunciación entre la nariz y el labio superior.
Los bebes con SAF muestran un bajo peso al nacer y desarrollan problemas de comportamiento conforme avanzan hacia la adolescencia.
Además, aunque muchos de ellos no tienen retraso mental niños son más propensos a mostrar conductas violentas en su vida adulta. Se les dificulta respetar los límites y esa actitud se convierte en un gran obstáculo para que se integren en la sociedad a través de un empleo.
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