Los cambios fisiológicos y psicológicos que la mujer afronta en el embarazo la hacen vulnerable a una depresión. Problemas con su pareja, el estrés vivido en su centro laboral, cambios hormonales, suelen restarle tranquilidad durante la dulce espera
Muchos médicos sugieren retirar los psicofármacos aún cuando las gestantes presenten una depresión severa, pues se cree que las consecuencias de esta enfermedad son mínimas sin las comparamos con las malformaciones ocurridas en los bebés
Sin embargo en una reciente publicación española “Uso de psicofármacos en el embarazo y la lactancia” (Euromédice, 2009), sustenta la idea de continuar con la medicación durante el embarazo en casos severos donde cada recaída pondría en riesgo la salud de la madre y del bebé en camino
Los doctores explican en este libro que la psicoterapia sumada a la medicación son 2 alternativas para aquellas mujeres con depresión moderada, añaden además que las visitas psiquiátricas necesitan ser muy rigurosas y oportunas cuando se detecten los primeros síntomas
Sin duda es un tema muy extenso que amerita de investigación y análisis de cada caso en particular. No obstante podríamos empezar a diferenciar los cambios orgánicos o psicológicos vividos durante el embarazo; sobre los psíquicos o físicos experimentados en mujeres depresivas. Hacerlo permitirá un rápido tratamiento.