Las infecciones vaginales y las urinarias son muy comunes en cualquier mujer, esté en gestación o no. Pero, puede variar su presentación y prevalencia según la etapa de la vida. Por eso, vas a conocer cuáles son los tipos de infecciones vaginales en el embarazo. Entre ellas destacan: las infecciones fúngicas, las bacterianas o las víricas.
En el embarazo, los cambios hormonales pueden favorecer las infecciones vaginales. A continuación recogemos las más frecuentes:
Las infecciones vaginales fúngicas son las más comunes, más aún en el embarazo, donde a causa de las hormonas hay alteración del pH vaginal. Estas pueden ser originadas por cualquier hongo, pero, la Cándida albicans es usualmente la primera causa.
Estadísticamente 4 entre 10 mujeres han padecido de este problema. La candidiasis vaginal se ocasiona por el crecimiento descontrolado de la Cándida albicans. Este es un hongo comensal de la vagina que en casos de humedad y alteraciones del pH se vuelve patológico. El principal síntoma de esta enfermedad es la picazón, que se ubica en la región genital. Y acompañado de esto vienen las escoriaciones por rascado excesivo.
La vaginosis bacteriana es afección de origen bacteriano ocasionada por la multiplicación excesiva de la bacteria Gardenella vaginalis. Gardenella es un comensal de la vagina, que en condiciones normales ayuda a la defensa del órgano. Sin embargo, al alcalinizarse el pH vaginal a causa del embarazo esta comienza a crecer de forma exagerada causando lesión. Si sufres de esta enfermedad te darás cuenta de inmediato. Su síntoma característico es el flujo grisáceo de mal olor. El olor es similar al del pescado podrido, es imposible pasarlo desapercibido. Su tratamiento es sencillo, acude a tu ginecólogo para que te lo indique.
Otras bacterias, también pueden causar infección de la vagina e incluso contagiar al bebé en el útero o al momento del parto. Estas son:
Ante cualquier señal o síntoma es importante que acudas a tu especialista para determinar el diagnóstico de las infecciones urinarias en el embarazo y si es conveniente un tratamiento.
La tricomoniasis es una enfermedad de transmisión sexual que afecta la vagina y se puede padecer de la misma durante el embarazo. Su agente causal es la Trichomona vaginalis.
Muchas personas que padecen esta infección no saben que la tienen porque en ocasiones no da síntomas visibles. Cuando presenta síntomas son: dolor en al tener relaciones sexuales o también sangrado con el coito y un flojo verdoso y espumoso. El tratamiento con metronidazol vía oral o intravaginal resulta efectivo para lidiar con la infección.
Los virus son los otros microorganismos que pueden generar problemas en tu vagina. Y al igual que como mencionábamos con la gonorrea, sífilis y la clamidia resultan también peligrosas para tu bebé. El VPH es la principal, debido a la alta tasa de incidencia a nivel mundial. El virus del papiloma humano es quien causa esta infección. Luego del contagio, puedes no presentar ningún síntoma, empezar a notar verrugas en tu región genital o intravaginales o presentar algún cambio precanceroso en el cérvix.
No tiene tratamiento definitivo del VPH, las verrugas y lesiones en el cuello uterino se eliminan por ablación con diversas técnicas. Pero, estas suelen aparecer de nuevo.
La otra infección viral que afecta los genitales es el herpes. La genera el virus del herpes simple de tipo 1. El dolor y una erupción de vesículas es lo que aparece en esta enfermedad. También se transmite al bebé en el parto.
Algunas infecciones vaginales pueden causarle problemas a tu bebé otras son bastante inofensivas. Afortunadamente, las inofensivas son las más comunes.
Las infecciones vaginales y las urinarias son muy comunes en cualquier mujer, esté en gestación o no. Pero, puede variar su presentación y prevalencia según la etapa de la vida. Por eso, vas a conocer cuáles son los tipos de infecciones vaginales en el embarazo. Entre ellas destacan: las infecciones fúngicas, las bacterianas o las víricas.
En el embarazo, los cambios hormonales pueden favorecer las infecciones vaginales. A continuación recogemos las más frecuentes:
Las infecciones vaginales fúngicas son las más comunes, más aún en el embarazo, donde a causa de las hormonas hay alteración del pH vaginal. Estas pueden ser originadas por cualquier hongo, pero, la Cándida albicans es usualmente la primera causa.
Estadísticamente 4 entre 10 mujeres han padecido de este problema. La candidiasis vaginal se ocasiona por el crecimiento descontrolado de la Cándida albicans. Este es un hongo comensal de la vagina que en casos de humedad y alteraciones del pH se vuelve patológico. El principal síntoma de esta enfermedad es la picazón, que se ubica en la región genital. Y acompañado de esto vienen las escoriaciones por rascado excesivo.
La vaginosis bacteriana es afección de origen bacteriano ocasionada por la multiplicación excesiva de la bacteria Gardenella vaginalis. Gardenella es un comensal de la vagina, que en condiciones normales ayuda a la defensa del órgano. Sin embargo, al alcalinizarse el pH vaginal a causa del embarazo esta comienza a crecer de forma exagerada causando lesión. Si sufres de esta enfermedad te darás cuenta de inmediato. Su síntoma característico es el flujo grisáceo de mal olor. El olor es similar al del pescado podrido, es imposible pasarlo desapercibido. Su tratamiento es sencillo, acude a tu ginecólogo para que te lo indique.
Otras bacterias, también pueden causar infección de la vagina e incluso contagiar al bebé en el útero o al momento del parto. Estas son:
Ante cualquier señal o síntoma es importante que acudas a tu especialista para determinar el diagnóstico de las infecciones urinarias en el embarazo y si es conveniente un tratamiento.
La tricomoniasis es una enfermedad de transmisión sexual que afecta la vagina y se puede padecer de la misma durante el embarazo. Su agente causal es la Trichomona vaginalis.
Muchas personas que padecen esta infección no saben que la tienen porque en ocasiones no da síntomas visibles. Cuando presenta síntomas son: dolor en al tener relaciones sexuales o también sangrado con el coito y un flojo verdoso y espumoso. El tratamiento con metronidazol vía oral o intravaginal resulta efectivo para lidiar con la infección.
Los virus son los otros microorganismos que pueden generar problemas en tu vagina. Y al igual que como mencionábamos con la gonorrea, sífilis y la clamidia resultan también peligrosas para tu bebé. El VPH es la principal, debido a la alta tasa de incidencia a nivel mundial. El virus del papiloma humano es quien causa esta infección. Luego del contagio, puedes no presentar ningún síntoma, empezar a notar verrugas en tu región genital o intravaginales o presentar algún cambio precanceroso en el cérvix.
No tiene tratamiento definitivo del VPH, las verrugas y lesiones en el cuello uterino se eliminan por ablación con diversas técnicas. Pero, estas suelen aparecer de nuevo.
La otra infección viral que afecta los genitales es el herpes. La genera el virus del herpes simple de tipo 1. El dolor y una erupción de vesículas es lo que aparece en esta enfermedad. También se transmite al bebé en el parto.
Algunas infecciones vaginales pueden causarle problemas a tu bebé otras son bastante inofensivas. Afortunadamente, las inofensivas son las más comunes.
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