Todo el proceso de buscar quedarte embarazada y no conseguirlo, tiene un momento de alivio cuando los médicos le ponen nombre a tu problema. Sí, después de meses o incluso años de intentos fallidos, saber qué es lo que te pasa es el primer paso imprescindible para conseguir tu objetivo. En el caso del tratamiento de la fase lútea corta, además, se añade la buena noticia de sus elevados niveles de efectividad.
Cuando todos los indicios apuntan a que tu infertilidad esté ocasionada por un fallo en la fase final de tu ciclo menstrual, el primer paso es confirmar el diagnóstico de la fase lútea corta, algo que corresponde a tu médico con herramientas sencillas que te explicamos a continuación.
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Diagnóstico de la fase lútea corta
Antes de explicar cómo tratar la fase lútea corta, hay que confirmar que existe esta deficiencia. Las candidatas con dificultades para llevar a término sus embarazos suelen pasar por una primera etapa que consiste en llevar un control riguroso sobre su ciclo menstrual, mediante un calendario con las mediciones diarias de su temperatura basal:
- La temperatura se mantiene constante hasta el momento de la ovulación.
- Sube entre 0,2 y 0,5 grados en cuanto el organismo empieza a elevar la producción de progesterona (fase lútea).
- Debe mantenerse así unos 12 días.
- Si baja antes de ese plazo, nuestra fase lútea es corta
Esta sería un acercamiento inicial, pero las pruebas precisas para detectar este problema las realizará el especialista, las habituales son:
- Sucesivos análisis de sangre para determinar los niveles de progesterona en las distintas fases del ciclo menstrual.
- Pruebas de tiroides, por si el origen de tu fase lútea corta está en alteraciones de la función tiroidea.
- Prueba de prolactina.
- Biopsia endometrial, la más determinante de todas las técnicas. Se realiza entre el día 11-12 después de tu ovulación.
Cómo tratar la fase lútea corta
Una vez confirmado el resultado, toca saber cuál es el tratamiento de la fase lútea corta que, básicamente consiste en la administración de progesterona sintética o natural a la mujer. Hay tres vías, en todas se administra desde el momento de la ovulación hasta completar la semana 13 de gestación.
- En capsulas, bien orales bien vía vaginal. Generalmente se recomienda la vaginal por ser más eficaz, ya que se absorbe antes, y tener menos efectos secundarios. Las pastillas pueden producir mareos, somnolencia o vértigos.
- Formato cremas, también más fácilmente absorbible, aunque de aplicación más incómoda.
- Inyecciones de gonadotropina coriónica humana, GCH. En este caso, la dosis se pone cada 10 días.
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Puede que te preguntes ¿cómo alargar la fase lútea corta de manera natural? Existen algunos productos de la medicina alternativa específicos para tratar este problema, aunque siempre deberías consultar a tu médico sobre la conveniencia de su uso.
- Vitex, a base de Agnus Castus, más indicado cuando el origen es un nivel alto de prolactina. Se toma ininterrumpidamente durante todo el ciclo.
- Las infusiones cíclicas a base de fitohormonas de amplio espectro que equilibran todo el ciclo menstrual, un compuesto específico para la fase folicular y otro para la lútea.
- El ñame salvaje que al sintetizarse por el organismo produce progesterona. Sólo se toma durante la fase lútea.
- Cremas de progesterona exclusivamente natural. Se aplica en la fase lútea, en la piel del estómago, brazos o muslos preferiblemente.
Además, está demostrada la eficacia de la alimentación como uno de los remedios naturales para aumentar la fase lútea corta. En concreto, se recomienda la ingesta de:
- Vitamina C: papaya, pimiento, brócoli, kiwi, fresas…
- Vitamina B: vegetales de hoja verde
- Omega 3: salmón, semillas de chia, nueces, sardinas
Por último, como parte del tratamiento de la fase lútea corta es imprescindible la actuación del colesterol, por lo que no debes llevar una dieta muy baja en grasas.
