Son muchas las mujeres que optan por hacer visitas al spa para relajarse, pero cuando están embarazadas existe una recomendación para no hacerlo, ya que el embarazo y el spa no son compatibles.
Nikolay Litov || Shutterstock
Spa para embarazadas
El spa, al disponer de temperaturas muy elevadas, es un lugar que hace que la tensión de las mujeres embarazadas baje de una forma muy brusca, de forma que puede suponer un problema y ocasionar algún desmayo.
Si quieres disfrutar de un spa para embarazadas debes saber que se debe evitar, aunque es preferible que lo dejes para después del parto. Existen otros tratamientos termales no aconsejados en el embarazo, toma nota.
Por otro lado, en el caso de las piscinas de hidromasaje, están totalmente desaconsejadas, estos chorros son demasiado fuertes, pudiendo romper algún capilar o incluso, si afectan al útero, provocar contracciones antes de tiempo, por lo que es un problema durante la gestación. Puedes preguntarle más acerca del embarazo y los circuitos de spa a tu especialista.
En los spa, normalmente, hay saunas y baños turcos, y se debe tratar de no entrar en ellas bajo ningún concepto cuando se está embarazada, dado que el excesivo calor provocará seguramente una bajada de tensión. En el embarazo el spa tiene estas contra indicaciones, haciendo que nos planteemos si realmente merece la pena exponernos durante estos 9 meses a ello, debido a que las consecuencias pueden ser malestar, mareos, vómitos e incluso algún desmayo, síntomas que en el embarazo son peligrosos para la futura madre y para el bebé.
Los cambios bruscos de temperatura, así como los chorros que afecten directamente al abdomen de la embarazada y el excesivo calor de las saunas pueden provocar contracciones o bajadas de tensión que ocasionarán riesgos en el correcto desarrollo del bebé. Pero, por otra parte, si crees necesario realizar un tratamiento spa para relajarte, opta por buscar un tratamiento spa para embarazadas, estos están pensados exclusivamente para ellas, de forma que las temperaturas no son tan elevadas, el cambio de temperatura no es tan grave y no existen saunas, ni chorros de agua que pueden afectar directamente al abdomen de la embarazada.
