Tras una cesárea se pueden producir emociones negativas de forma habitual. Puede resultar frustrante recibir en el último periodo de tu embarazo la noticia decisiva que te obliga a un cambio de planes, más aún si durante los casi 9 meses de gestación tenías tan claro en que darías a luz alejada de cualquier operación quirúrgica.
Las emociones en un parto por cesárea
Son muchos los cambios emocionales del embarazo y la etapa del parto y el posparto no es para menos. Tus sentimientos son perfectamente entendibles; las primeras emociones son de tristeza y desilusión, pero con el pasar de los días la alegría de ver crecer a tu bebé, de cuidarlo, incluso de amamantarlo pueden aplacar los sentimientos iniciales.
Los médicos tienen la obligación de hacer cambios imprevistos para garantizar tu bienestar y el de tu bebé, pero es probable que esa realidad carezca de total sentido para ti, haciéndote vulnerable al resentimiento o enojo contra los especialistas que te trataron durante el parto.
Durante los días siguientes las emociones desplazan a la razón; por eso dialogar con tu pareja sobre tu estado de ánimo puede ayudaros a estar más unidos; quizá para él sea difícil asociar tu malestar con el nacimiento de tu hijo, sobre todo porque en el recién nacido no existe problema alguno.
La soledad y los celos hacia las mujeres cuyos partos carecieron de complicaciones se hacen evidentes; pero cuando tales emociones permanecen ocultas limitas tu oportunidad de ser ayudada. Busca el apoyo incondicional de tu pareja y el de tus familiares más cercanos.