Tras el parto, la mujer tiene que dejar pasar algún tiempo a su cuerpo para recuperarse, adaptarse al cambio y volver a la normalidad tras experimentar 9 meses la gestación de su hijo. Los cambios menstruales tras dar a luz a un bebé suelen ser muy usuales, y el tiempo que pasa para volver a tener de nuevo tu periodo después del parto varía dependiendo de cada mujer, pero ¿cómo afrontar la menstruación irregular después del parto? te ofrecemos toda la información.
¿Es normal tener desarreglos menstruales después del parto? debes saber que no hay de qué preocuparse, pues estos cambios son totalmente normales, y tener una menstruación irregular no nos tiene que pillar por sorpresa y tomarlo con naturalidad, pues nuestro cuerpo tiene que volver poco a poco a su estado habitual. Sin prisas.
altafulla || Shutterstock
El primer ciclo menstrual tras el parto puede resultar bastante difícil de controlar, e incluso puede tardar en aparecer más de cinco o seis meses si se está dando el pecho, o incluso hasta un año. «Si no se da lactancia materna, no debería tardar más de 3 meses en venir la regla; pero, si es así, es conveniente consultarlo con el médico», explica la ginecóloga Lola Gómez.
De nuevo, hay que pensar que, los desajustes de la regla tras el parto son algo normal, pues nuestro cuerpo ha sufrido cambios recientes y aún sigue adaptándose a ellos. Podemos acudir a nuestro ginecólogo para tranquilizarnos y contrastar que esta situación es más habitual de lo que creemos.
Una vez nos ha bajado la regla tras tener a nuestro hijo, puede que este primer periodo sea más abundante de lo normal, y también más doloroso. Puede acompañarse, en algunos casos, de vómitos o leves mareos y, también, del famoso síndrome premenstrual. Posiblemente esto se repita en los 2 o 3 primeros períodos antes de volver a la normalidad.
Causas de los desajustes de la regla en el posparto
Tener una menstruación irregular tras el parto y el embarazo es un síntoma que muchas mujeres sufren tras dar a luz a su primogénito, pues el útero requiere de un tiempo de adaptación para regresar a su tamaño y posición habituales. Los tiempos no son precisos para todas las mujeres, cada cuerpo es diferente y responde de una manera totalmente distinta en cada caso, y eso conlleva a que la normalización de la menstruación sea lenta y, muchas veces, complicada hasta regularse.
Recuperar la tonicidad del abdomen y que la vulva se cierre requiere tiempo además, también hay otro factor que causa los desarreglos menstruales después del parto, la lactancia materna. El modo de alimentar al bebé puede hacer que tarde más tiempo o menos en normalizar su ciclo menstrual, pues si una mujer decide amamantar a su hijo puede tardar más tiempo en recuperar su ciclo regular.
SunKids || Shutterstock
Finalmente, otras causas que prolonga la normalización de la menstruación son la cantidad de sangre que se haya perdido durante el parto y la posibilidad que existan desajustes hormonales asociados o no a patología que ya tenía la mujer previamente al parto o que debuten tras éste. Tras el parto también puede que ocurran dichos desajustes.
Consejos para normalizar los desarreglos menstruales tras el parto
Aunque el control del ciclo menstrual no esté en nuestra mano durante el posparto, pues los factores adversos que lo hacen irregular después del parto no los podemos controlar, si podemos hacer algunas cosas para ayudar a que la situación sea lo más normal posible en un corto periodo de tiempo:
- Realizar ejercicios suaves para volver a nuestro habito normal de activación corporal.
- Tener una dieta que contenga los nutrientes y minerales suficientes para el organismo.
- Aumentar el consumo de frutas, verduras y agua al día.
- Tener periodos de descanso óptimos y regeneradores.
- No consumir bebidas alcohólicas y no fumar.
- Evitar situaciones de estrés y agobio.
Ahora que sabes cómo afrontar la menstruación irregular después del parto, recuerda que es posible que tengan que pasar varios meses hasta volver a recuperar nuestro ciclo menstrual habitual antes del parto, por ello, no hay que preocuparse, disfrutar de la maternidad y no centrar la atención en estos desajustes. Solo si se presentan otras situaciones más complicadas deberemos acudir a nuestro ginecólogo que nos evalúe si nuestro cuerpo está volviendo a la normalidad de la forma correcta.
