¿Cómo influye un tratamiento de quimioterapia durante el embarazo?

Padecer cáncer durante el embarazo complica tanto el tratamiento del tumor como el desarrollo del a gestación, dado que cualquier intervención ya sea con quimioterapia o quirúrgica puede implicar riesgos tanto para el bebé como para la madre. En este artículo analizamos cómo influye un tratamiento de quimioterapia durante el embarazo, sigue leyendo e infórmate.

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El cáncer de útero, el de mama, el de ovario o las leucemias son los tipos de cáncer más frecuentes en el embarazo. Muchos de los signos y los síntomas pueden confundirse con los síntomas del embarazo y por este motivo puede retrasarse el diagnóstico de la enfermedad. Además los cambios del cuerpo de la gestante dificultan la exploración física y que muchos marcadores tumorales se incrementan también cuando se está esperando un bebé.

¿Cómo afecta la quimioterapia en el embarazo?

Ante un diagnóstico confirmado el tratamiento de cáncer de mama u otros tumores suele conllevar sesiones radioterapia o de quimioterapia. Pero ¿cómo influye la exposición de la quimioterapia en el desarrollo del feto? El uso de la quimioterapia en el embarazo es cada vez más común y en el mismo se combinan distintos regímenes de drogas.

La seguridad en el empleo de la quimioterapia durante la gestación no es fácil de definir, ya que los protocolos se diseñan para pacientes no gestantes y además cada agente puede influir de distinta forma sobre el desarrollo de la gestación o puede tener diferente potencia teratogénica. Existen tres fases para evaluar el riesgo para el feto:

1. Periodo de antes de la implantación: abarca las dos primeras del embarazo y en esta etapa existen un alto riesgo de aborto en mujeres que reciben un tratamiento de quimioterapia.
2. Periodo embrionario: entre la 2 semana y la octava semana del embarazo cuando se realizar la organogénesis se expone al feto a los efectos de la quimioterapia se pueden producir malformaciones.
3. Periodo de maduración: de la semana 9 a la 40 se sigue desarrollando el bebé y los efectos de la quimioterapia en estos casos se asocian a un bajo peso al nacer y a partos prematuros.

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Para determinar tratamiento de cáncer de una embarazada se debe de considerar de manera muy detallada el tipo de medicamento que se va a utilizar, la edad gestacional del embarazo, las condiciones generales de la paciente, los cambios que genera el embarazo en la farmacología y el momento en el que se encuentra el proceso maligno: riesgo, curación o paliación.

Por lo tanto, la quimioterapia no debe contraindicarse, aunque su uso durante el primer trimestre siempre debe ser autorizado por el grupo médico profesional tras realizar una evaluación del riesgo y beneficio. En esta fase no es lo más recomendable dado que en esta etapa puede relacionarse con lesiones genéticas y cromosómicas. Por otro lado, la quimioterapia durante el segundo y tercer trimestre puede ser administrada con mínimo riesgo para el feto. No obstante, no hay que olvidar que existe una mayor probabilidad de retardo de crecimiento intrauterino y parto prematuro.

En definitiva la administración de la quimioterapia en el embarazo, dependiendo de la edad gestacional, puede provocar varios efectos secundarios, entre ellos el aborto, las malformaciones y los efectos tardíos. Pero no siempre suceden estos efectos, en ocasiones pueden utilizarse algunos agentes antitumorales a cierta edad de la gestación en la que la organogénesis ha concluido sin efectos adversos. En cualquier caso, los expertos aconsejan que la administración de quimioterapia debe interrumpirse tres semanas antes del parto.