Son muchas y muy diversas las preocupaciones que tienen las mujeres a la hora de quedarse embarazada. Las principales son preocupaciones simples como el hecho de saber o no cuidar bien del bebé cuando nazca, hacer que duerma, cómo cuidar la circulación durante el embarazo o trabajar lo suficiente el suelo pélvico para que no sufra demasiado con el parto, entre otras. Te explicamos cómo influye una enfermedad renal en la mujer embarazada y cuáles son riesgos asociados.
Pero también son muchas las mujeres que se preocupan por que el hecho de sufrir ciertas enfermedades pueda influir en el embarazo. Así, las mayores preocupaciones vienen cuando la mujer padece una enfermedad renal. Ya que muchas mujeres se preguntan cómo afectan los problemas de riñón y la insuficiencia renal en el embarazo. Por eso, hoy queremos hablar de cómo afecta la enfermedad renal en el embarazo.
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Riesgos de padecer una enfermedad renal en el embarazo
¿Es compatible padecer una enfermedad renal con el embarazo? ¿Es peligroso quedarse embarazada padeciendo una enfermedad renal? ¿Afecta el hecho de tener una enfermedad renal al bebé? ¿Corre mayores riesgos la mujer embarazada si sufre de alguna enfermedad renal? Y así, son muchas más las preguntas que se cuestionan aquellas mujeres que padecen esta afección y que quieren quedarse embarazadas.
Para empezar, queremos aclarar que cualquier mujer, incluso sana, puede sufrir complicaciones a lo largo del embarazo. Y es que la complicaciones del embarazo pueden afectar en mayor o en menor medida, pero no deben obviarse. Por lo que, sufrir una enfermedad renal implica un mayor cuidado, una mayor observación durante el proceso del embarazo y tras el parto. Pero también es cierto que padecer una insuficiencia renal implica ciertos riesgos tanto en la madre como en el bebé.
Los riesgos para la madre son, mayormente: padecer preeclampsia, hipertensión arterial y eclampsia, entre otros. Por otro lado, también se puede dar un lanzamiento prematuro y un incremento fetal descompensado. Así, lo más importante es estar asesorada en todo momento por un buen médico que siga todo el proceso del embarazo, que cuide de ambos y que tome las medidas necesarias.
También hay que decir que no es lo mismo a la hora de quedarse embarazada sufrir una disminución suave de la función renal que padecer ya una avanzada enfermedad renal. Y es que, con una suave disminución de la función renal, el riesgo de padecer complicaciones es ligeramente mayor, pero no alarmante. Pero con una enfermedad renal avanzada el riesgo de complicaciones para ambos es muy superior, llegando a complicar incluso la condición del bebé. Es por esto por lo que muchas madres se replantean el embarazo. Así, la mejor opción en estos casos es siempre, como ya hemos dicho anteriormente, tener consejos de un especialista que nos advierta de los riesgos y que pueda reducir considerablemente las posibles complicaciones.
En cuanto a los riesgos para el bebé, podemos hablar fundamentalmente de tres riesgos graves: muerte fetal, bajo peso en el momento del parto y retraso en el crecimiento intrauterino.
De esta manera, la mejor opción para la mujer embarazada que padece insuficiencia renal es acudir a un obstetra y a un nefrólogo, para así recibir la atención y los cuidados necesarios. Generalmente, las medidas que estos profesionales de la salud tomarán serán las siguientes:
- Vigilar los signos que evidencien posible preeclampsia.
- Observar que el feto esté sano y crezca correctamente: normalmente se lleva este control mediante ultrasonidos.
- Controlar la función renal de la mujer embarazada.
- Realizar muy frecuentemente visitas prenatales: más de las habituales que las mujeres embarazadas que no sufren ningún tipo de complicación en la salud.
- Controlar la presión arterial de la mujer embarazada.
- Cuidar de controlar si la mujer embarazada tiene bacteriuria sintomática, para así poder realizar el tratamiento necesario.
