El colecho o compartir cama con los hijos, especialmente cuando estos son aún pequeños, es una vieja costumbre perdida que se está volviendo a recuperar. El colecho y la lactancia materna son perfectamente compatibles e incluso recomendables unidos entre sí, ya que uno de sus grandes beneficios es la cercanía del recién nacido para darle el pecho. Vamos a ver más ventajas dar el pecho y el colecho.
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Beneficios del colecho para la lactancia materna
Muchas mujeres tienen ciertas preocupaciones acerca de dormir con el bebé los primeros meses, una de ellas es si es compatible dar el pecho y practicar el colecho por supuesto que sí. Cuanto más cercana sea la interacción del bebé con su madre mejor será el desarrollo del vínculo afectivo entre la madre y el bebé y el desarrollo del bebé en general. El colecho ayuda a la madre a pasar más tiempo en contacto con su hijo. Esto favorece la lactancia materna, sobre todo, durante la noche que es un horario en el que las tomas son especialmente importantes cuando el bebé las demanda.
El niño no tiene que llorar para demandar su toma. Simplemente, con acercarse al pecho de su madre ya puede alimentarse, lo cual evita desvelos a ambos y da más seguridad al bebé. Esta práctica es beneficiosa para ambos. La madre puede descansar mejor y el niño puede mamar siempre que lo desee.
El contacto piel con piel entre madre e hijo favorece la producción de oxitocina. Esta es la hormona conocida también como la “hormona de la felicidad” o la “hormona del amor”, ya que se activa para dar paso a una amplia variedad de efectos físicos y psicológicos relacionados con los sentimientos de cariño, confianza, fidelidad, bienestar e incluso calma, y favorece el vínculo que será clave en el desarrollo socioafectivo del bebé.
Por otro lado, la oxitocina también se relaciona con la lactancia materna. No solo porque ayuda a esclarecer ese vínculo afectivo entre el bebé y su madre, sino también porque favorece la producción de leche. Es por esto que el colecho y la lactancia materna son dos procesos que están relacionados entre sí y que se benefician mutuamente. El contacto del bebé lactante con su madre actúa como mecanismo de protección y favorece tanto la lactancia como otras áreas fundamentales para ambos.
- WATERSON, Dr. A.J.R. (2015). La Biblia del cuidado de tu hijo. (Ana Guelbenzu de San Eustaquio; Pilar Alba Navarro; trad.). Barcelona, España: editorial Grijalbo. Edición actualizada. (Obra original publicada en 2009 en el Reino Unido por Carroll & Brown).
- J. MCKENNA, J. Dormir con tu bebé, Editor: PLATYPUS MEDIA; Edición: actualizada 1 de noviembre de 2009, ISBN: 1930775520
