Existen varias razones por las que una madre puede padecer anemia tras el parto o dar a luz. Una de ellas es la pérdida de sangre después de haber dado a luz. La anemia en el embarazo y materna genera muchas dudas en torno a la seguridad de la lactancia materna para el bebé. ¿Puedo dar el pecho si tengo anemia? Vamos a resolver estas y otras preguntas relacionadas con este tema.
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Compatibilidad de la anemia materna y la lactancia materna
Tanto durante el embarazo como durante la lactancia hay una transferencia de hierro de la madre al bebé. Cuando la madre padece algún tipo de anemia es importante tratarla, pero ésta no impedirán la lactancia materna.
Una de las preguntas más frecuentes sobre la lactancia materna es si ¿la anemia afecta a la leche materna? Lo cierto es que no. La leche materna es baja en hierro y cuando a una mujer se le dan suplementos de este mineral los niveles de hierro en la leche materna curiosamente no aumentan. En el caso de los bebés estos adquieren el hierro de la hemoglobina, la molécula encargada de transportar el oxigeno a la sangre.
¿Cuáles son los riesgos de la anemia para el lactante?
Sólo cuando la anemia se produce por una lactancia prolongada se produce un mayor riesgo de anemia en el lactante. Esta situación suele producirse en los países subdesarrollados. En estos casos, la anemia y la subida de leche también están estrechamente relacionados.
Finalmente, hemos de aclarar que la anemia producida por falta de absorción de la vitamina B12 (dietas excesivas, veganismo, etc.) pueden producir graves alteraciones en la salud física y neurológica del lactante. Por ello debes conocer cuáles son los beneficios de la vitamina B12 en el embarazo y consumirla mediante una dieta equilibrada.
¿Qué hacer si tengo anemia? Es importante que tras el parto controles adecuadamente tu salud con análisis de sangre periódicos. Consulta con tu especialista si puedes dar de mamar al bebé con anemia y él te dirá el tratamiento que deberás tomar en caso de que tengas anemia materna. Sigue dando el pecho a tu pequeño con normalidad y ante cualquier alteración en su peso acude al médico.
