Si bien es cierto que la leche materna debe ser el principal alimento de un bebé durante los primeros meses de vida, existen casos donde esta conexión entre madre e hijo no puede darse y es necesario acudir a alimentos complementarios para su sustitución. La leche de inicio se presenta como la mejor solución para aquellas madres que no pueden dar el pecho, pues aportan los nutrientes imprescindibles para el desarrollo óptimo del recién nacido durante los primeros seis meses de vida.
Los mejores sustitutos de la leche materna
Las fórmulas lácteas para bebés son productos ideados para la alimentación del recién nacido. Generalmente tienen dos presentaciones: Las de inicio, que se usan en bebés desde 0 a 6 meses de edad; y las de continuación, que son leches más robustas y se usan en pequeños a partir de 7 meses en adelante.
Son fórmulas en polvo, lo que facilita su conservación y utilización al momento de alimentar al bebé. También se encuentran en presentaciones listas para tomar, que son recomendadas para niños con más de un año de edad. También vienen adaptadas a los requerimientos del niño, ya que puede darse el caso de que el bebé solo pueda consumir leche de soja porque sea intolerante a la lactosa, alérgico o que necesite una alimentación muy especializada. La elección de la fórmula en polvo debe ir orientada por un pediatra, quien de acuerdo a una serie de evaluaciones, determinará cuál es la fórmula que ayudará al pequeño.
Además de aportar beneficios para el bebé, la elección de dar leche de fórmula también es ventajosa para la madre porque le da una mayor independencia para cumplir otras actividades, permite la integración del resto de los miembros de la familia en la alimentación del pequeño, ya que no es necesario que sea la madre quien siempre le dé el biberón al niño.
Formulación de la leche de inicio
Estas fórmulas son diseñadas teniendo como principal guía la leche materna, y de acuerdo con investigaciones y estudios realizados, son adecuadas para la fisiología del bebé en sus primeros 4 a 6 meses de crecimiento. Debido a la importancia del tema, diversos organismos internacionales como el Comité de Nutrición de la Sociedad Europea de Gastroenterología, Hepatología y Nutrición Pediátrica, la FAO, OMS y Unicef, han establecido estrictas normas de composición para estas leches de inicio que garantizan su eficacia.
Su componente principal es la leche de vaca, a la que se modifica para integrar los valores nutricionales que requiere el lactante. Las propiedades de la leche de inicio, como el suero y la caseína, se iguala a la leche materna en una relación 60/40, además de contar con hierro y otros elementos que enriquecen el producto final.
La Agencia de Alimentos y Fármacos (FDA) aprobó la inclusión de dos ácidos grasos de cadena larga, el ácido docosahexaenoico (DHA) y el ácido araquidónico (ARA), importantes para el desarrollo del cerebro y la visión del bebé. Otros nutrientes como nucleótidos, almidón de arroz, aminoácidos, probióticos y prebióticos son también añadidos a estas fórmulas para emular lo más posible la leche materna.
Aunque cuenta con una amplia gama de nutrimientos, es importante saber que a la leche de inicio le falta un componente importante: la inmunoglobulina, que está presente de forma natural en la leche materna y que ayuda al fortalecimiento de las defensas del bebé. En este sentido, es necesario que todos estos valores nutricionales que aún no puede aportar la leche de inicio sean suministrados al bebé por otra vía, en función de suplir estas necesidades.
En cuanto a la ingesta y preparación, el agua con la que se prepara la leche de inicio no debe ser calentada y se recomienda el uso de biberones de cristal. Si el bebé no se toma toda la preparación debe ser desechada, puesto que se descompone rápidamente.
¿Cuándo debe optar una madre por la leche de inicio?
En algunos casos, como los que se exponen a continuación, es conveniente que la madre apueste por la leche de inicio:
- Si tiene herpes en la zona de las mamas
- Si posee un cáncer de mama, sida o tuberculosis.
- Si el bebé tiene problemas metabólicos.
- Si la madre tiene problemas de alcoholismo o drogadicción.
- Si la madre tiene un trastorno psiquiátrico, natural o toma de medicamentos contraindicados durante el periodo de lactancia.
¿Cómo escoger la mejor leche de fórmula?
En el momento de elegir fórmulas lácteas para bebés como complemento alimenticio, existen varios factores que deben tenerse en consideración.
- La edad del bebé.
- Los nutrientes que le aportará al recién nacido.
- La presentación, si es en polvo o líquida.
- Si el bebé es prematuro.
- Si presenta problemas digestivos.
- Si es alérgico.
Conforme pasan los años, los laboratorios siguen trabajando para mejorar la composición de estas fórmulas y lograr que se iguale en su totalidad a la leche materna.