Un embarazo prolongado trae complicaciones sobre la madre y el bebé. El tamaño del feto durante este periodo no facilita su salida en un parto normal es por eso que los médicos consideran en una cesárea la manera menos riesgos de traerlo al mundo.
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Riesgos de un embarazo postérmino
En los embarazos prolongados existen tanto riesgos para el bebé como para la madre, a continuación repasamos los más comunes:
- Una vez se manifiesta el embarazo prolongado, los bebés que permanecen en el vientre materno pasadas las 42 semanas de embarazo corren el riesgo de eliminar meconio (primeras heces) a consecuencia del sufrimiento fetal. En esos casos la aspiración de estas partículas por el bebé podría suceder durante el parto.
- El envejecimiento placentario, es una de estas complicaciones del embarazo, que ocasiona que el feto no reciba el suficiente oxígeno ni los alimentos necesarios para su total desarrollo, además cuando el líquido amniótico disminuye su peso puede verse afectado con una pérdida del mismo.
- Otro de los riesgos del embarazo prolongado es el crecimiento fetal anormal, el cual se denomina postmadurez fetal o macromía.
- Desgraciadamente otra de las complicaciones de este tipo de embarazo puede derivar en la muerte neonaltal.
- Además en los casos en los que el embarazo prolongado llega buen término, suele darse un trabajo difícil y complicado.
- Se incrementan también las probabilidades de tener un parto por cesárea.
- Después del nacimiento del embarazo prolongado el recién nacido tiene la piel arrugada (debido al líquido amniótico), cuarteada o verdosa en algunos casos; también pueden presentar cabellos y uñas largas.
- Con respecto a las madres no solo se ven obligadas a someterse a una cesárea para evitar desgarros o lesiones durante el parto. Tras el alumbramiento pueden desarrollar infecciones o hemorragias u otras complicaciones.
- En estos casos las madres suelen tener mayor riesgo de sufrir traumatismos debido a que el tamaño del bebé es más grande.
Cuando se produce el embarazo prolongado es posible que el bebé o la madre sufran complicaciones, por ello, el seguimiento médico debe ser constante para controlar cualquier imprevisto.
