Si tu deseo es viajar en avión es recomendable elegir el segundo trimestre de embarazo, antes de esta etapa el bebé recién se está formando y en los últimos meses aumenta la probabilidad de un parto prematuro.

Los riesgos siempre estarán presentes. Asegúrate de viajar en una aerolínea con las condiciones sanitarias necesarias. El contagio de infecciones se produce cuando los baños no cuentan con todas las normas de limpieza.

Considera volar en cabinas de aviones presurizadas, eso significa que la atmósfera ambiental se mantendrá a niveles normales y tu frecuencia cardiaca no corre el riesgo de elevarse.

Por lo general los aviones pequeños o las avionetas carecen de este servicio, evítalos durante tu embarazo y recuerda que tu bebé logra tolerar una baja en el oxigeno por periodos cortos cuando, pero si manifiestas una enfermedad placentaria (hipertensión arterial o diabetes, por ejemplo) un vuelo sobre los 3.000 metros de altura es muy riesgoso para tu bebé.

Quizá te veas afectada físicamente debido a la presión ejercida por el desplazamiento, o también por la congestión nasal acentuada en los aires; el nerviosismo es hasta cierto punto normal pero necesitas aprender a controlarlo.

Independientemente de cuál sea el medio de transporte elegido es necesario asegurarse que la zona donde nos dirigimos sea totalmente segura. Tu embarazo no te permite vacunarte contra la tifoidea o la fiebre amarilla.