Los cambios físicos y hormonales que se dan durante el embarazo pueden alterar los valores de presión arterial, casi sin darnos cuenta. Tener la tensión alta durante el embarazo se considera un factor de riesgo ya que puede llegar a provocar serias complicaciones.
En el artículo de esta semana, te contamos cuáles son los principales síntomas de la tensión alta durante el embarazo y también te indicamos algunas recomendaciones para bajarla.
Síntomas de tensión alta en el embarazo
La presión arterial durante el embarazo debería ser controlada con cierta frecuencia. Esto es debido a que es un indicativo del estado de salud general durante el embarazo.
Hace referencia a la cantidad de sangre que bombea el corazón e indica el estado en el que se encuentran las arterias.
Aunque nunca hayas padecido de hipertensión, existe la posibilidad que durante el embarazo, los valores se disparen. Por ser un factor de riesgo, deberás tomarte la tensión arterial con frecuencia y controlarla. Si no dispones de tensiómetro, puedes acudir a la farmacia o a tu centro médico.
¿Sabes cuándo se considera tensión alta en el embarazo? Durante el embarazo se considera presión arterial alta cuando se encuentra por encima de 140 mm Hg (sistólica) y de 90 mm Hg (diastólica).
Cuando la hipertensión es leve, es muy probable que no sientas síntoma ninguno.
En los casos de hipertensión acusada algunos de los síntomas de tensión alta durante el embarazo pueden ser las cefaleas, alteraciones en el color de la piel, cansancio, ansiedad, visión borrosa, hemorragias nasales, entre otros.
Cuanto antes se presente la hipertensión en tu embarazo y más acusada sea, mayores son los riesgos de sufrir complicaciones.
Frente a la gran cantidad de efectos negativos en el organismo que puede provocar una presión arterial no tratada, merece la pena estar pendiente del estado de la misma. La insuficiencia renal o la preeclampsia son algunos de ellos.
La preeclampsia ¿Qué es?
La preeclampsia, también conocida por toxemia del embarazo, es una enfermedad seria asociada a la hipertensión y a unos elevados niveles de proteínas en la orina (proteinuria).
Es considerada la complicación más común y frecuente en el embarazo. Debe diagnosticarse y tratarse lo antes posible dada su seriedad. De hecho, una de cuatro mujeres con hipertensión gestacional, desarrollan esta enfermedad durante el embarazo o durante las primeras semanas después del parto.
Tensión alta durante el embarazo ¿cómo bajarla?
Hay diversos mecanismos para bajar la tensión arterial durante el embarazo ¿Quieres saber cuáles?
Medicación
Si ya padecías de hipertensión antes de quedarte embarazada y tomabas cierta medicación, lo más probable es que los médicos te la cambien. Generalmente, los fármacos destinados a combatir la presión arterial elevada no son demasiado seguros para el feto.
Alimentación
La alimentación ejerce un papel fundamental en el control de la presión arterial. Resultan beneficiosos los alimentos ricos en ácidos grasos esenciales (pescado, frutos secos), en vitamina C (peras, fresas, cítricos), en calcio o en potasio (verduras).
Llevar una dieta alimentaria baja en sal, también es un aspecto fundamental que ayuda a bajar la tensión arterial. El aumento de los niveles de sodio en el organismo hace que la tensión arterial aumente. Olvídate del café y de la bollería industrial.
Reposo
En ciertas ocasiones, el médico puede prescribir el reposo relativo o absoluto, dependiendo de cada caso.
Si a pesar de tomar estas medidas, tu hipertensión persiste, existe la posibilidad de que el médico decida que hay que provocar el parto unas semanas antes, siempre y cuando ello no afecte a la salud del bebé.
Para mantener tu salud y la salud del bebé “a raya”, lo mejor es que lleves a cabo unos controles y un seguimiento estricto. Esto te ayudará a identificar si padeces una tensión alta en el embarazo. Mantente atenta, sé constante y permanece tranquila. ¡Todo saldrá bien!
