El tubo neural, es una estructura embrionaria, precursora de todo el sistema nervioso central, el cerebro, la médula espinal y las meninges. Es una estructura sumamente importante para que el bebé pueda desarrollarse. Los defectos del tubo neural son defectos congénitos que puede presentar el bebé al nacer y que suelen originarse durante las primeras semanas de gestación.
¿Qué son los defectos del tubo neural?
Los defectos del tubo neural o también conocidas como encefalomielodistrofias, son una serie de malformaciones congénitas de origen multifactorial, donde el ácido fólico juega un papel fundamental.
Se derivan de un defecto en el cierre de dicho tubo durante el periodo embrionario. Los efectos pueden ser tanto internos como externos y su compromiso de diferentes grados dependiendo de la severidad. Se consideran de etiología multifactorial, donde intervienen factores genéticos, ambientales y maternos. Es considerada la malformación fetal más común en algunos países.
Tipos de defectos del tubo neural
El tubo neural en el feto se forma aproximadamente las 5 primeras semanas de la gestación. Los defectos del tubo neural poseen una clasificación que los agrupa en defectos cefálicos y defectos caudales, a su vez se dividen en defectos abiertos y defectos cerrados.
Espina bífida
Destaca por ser la más común entre estas patologías, en esta condición no ocurre un cierre completo del tubo neural, los niños que padecen esta condición no tendrán la inteligencia afectada, pero puede haber ciertas discapacidades intelectuales presentes. Por debajo de la zona afectada, en la columna suele haber afectación de los nervios, impidiendo al niño caminar, o ir al baño de manera voluntaria, estos problemas son de por vida.
Espina bífida oculta
La espina bífida oculta no es considerada por algunos expertos como una enfermedad como tal, al no existir afectación nerviosa que afecte las funciones normales del individuo.
Existe una pequeña abertura en la columna, no se ven involucradas estructuras importantes, por lo que no produce alguna discapacidad, por esta razón recibe el nombre de espina bífida oculta.
Espina bífida quística
En este tipo de espina bífida se puede apreciar en al región dorsal del niño afectado un abultamiento, en forma de quiste, se distinguen dos tipos.
Meningocele
El quiste contiene fluido, protruye hacia afuera de la columna a través de una abertura, no se afecta la médula espinal, el nivel de afectación puede ser variable, algunos no presentan síntomas mientras que otros padecen de alteraciones graves.
Mielomeningocele
Es la forma más grave en lo que se refiere a espina bífida quística, en esta enfermedad los huesos de la columna no se forman adecuadamente, por lo que la médula espinal y sus anexos protruyen por la abertura en la espalda.
Pueden presentarse parálisis parcial o total en los algunas partes del cuerpo. Es común que se pueda presentar hidrocefalia trayendo consigo mayores complicaciones.
Anencefalia
Es el defecto del tubo neural menos común que existe, pero el más grave. Los bebés que nacen con esta condición nacen muertos o mueren a los pocos minutos.
En esta condición, no ocurre el cierre del tubo neural en la parte superior, los fetos desarrollan poca masa cerebral, es común ver que falte parte del cráneo.
Encefalocele
En esta condición, no ocurre un cierre del tubo neural en el polo superior cerca del cerebro, en esa abertura pueden llegar a protruir tanto el cerebro como sus membranas. Puede presentarse parálisis de los miembros, retraso en el desarrollo, hidrocefalia, problemas con la vista y convulsiones.
Raquisquisis
Es una de las formas más graves de espina bífida, aquí no ocurre el cierre del tubo neural, es ausente por completo, llega a faltar la parte posterior de la medula espinal y las vértebras, hay severas alteraciones neurológicas, los recién nacidos con esta enfermedad mueren a los pocos días de nacidos.
¿Cómo prevenir los defectos del tubo neural?
Se ha logrado comprobar, por medio de evidencia sólida que los complementos de ácido fólico durante el embarazo, ayudan a reducir el riesgo de malformaciones fetales hasta en un 70%. El mecanismo por el cual el ácido fólico previene los defectos del tubo neural, no solo se limita al aporte de folatos. Blinda al ADN para evitar un error congénito que pueda costarle caro al que lo padece. El ácido fólico interviene en varios procesos importantes, como la trofogénesis, la hadegénesis y reduce la cantidad de homocisteína, su acumulación produce errores en el ADN.
Todos estos defectos ocurren durante los primeros días de embarazo, por ello empezar a tomar ácido fólico en el embarazo puede ayudar a prevenirlos, por lo que es muy importante para todas las mujeres en edad fértil contar con el suficiente aporte de ácido fólico y no sólo aquellas que están planeando quedar embarazada, ya que sólo el 50% de los embarazos son planificados.
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