Los recién nacidos son esas pequeñas criaturas vulnerables que necesitan de nuestra protección. Es normal, entonces, que te surjan preguntas, tales como, si el bebé es más sensible al frío que un adulto. La respuesta es sí y te explicamos el por qué.
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La sensibilidad al frío del recién nacido
Si te cuestionas si el bebé es más sensible al frío debes saber que los recién nacidos tras el embarazo y el parto llegan a este mundo sin un sistema de termorregulación desarrollado. Esto significa que son más sensibles tanto al frío como al calor que un niño de mayor edad o un adulto debido a que se enfrían más rápidamente si el ambiente es frío al igual que se acaloran enseguida si hace calor.
La capacidad de termorregulación se caracteriza por un conjunto de mecanismos fisiológicos que permiten mantener la temperatura corporal interna. Si te preocupa que tu bebé no pase frío lo primero que tienes que tener en cuenta es que tu pequeño es mucho más sensible al frío que tú.
Como norma general los recién nacidos han de estar en ambientes con una temperatura comprendida entre los 20 y los 24 grados. Pero, ¿qué sucede cuando salimos con nuestro hijo a la calle? ¿cómo se debe vestir al recién nacido? ¿cómo abrigar al bebé? Lo más recomendable es que lleven una capa más de ropa de lo que llevamos nosotros. Un body o una camiseta, un jersey y una chaqueta gordita son suficientes para abrigar a un bebé en invierno. La razón no es otra que evitar sobre abrigarlos, ya que se corre el riesgo de que su cuerpo pueda llegar a alcanzar una temperatura considerada como febrícula.
Ten en cuenta que los recién nacidos no caminan. Por lo tanto, no generan tanto calor como nosotros en el cuerpo. Si lo consideras necesario coloca unab cuando estés por la calle. Intenta adaptar su temperatura en los lugares de interior para que el niño siempre esté cómodo.
