Son los protagonistas indiscutibles de los vídeos más visitados en internet. Guapos, divertidos y enigmáticos hay pocas personas a las que les dejen indiferentes. ¿Por qué todo ese interés y atracción cambia cuando una mujer está embarazada y va a ser madre? Sobre todo por desconocimiento, lo que hace imprescindible ayudarte a desmontar los 5 mitos sobre los gatos y el embarazo que debes dejar de creer.
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Está claro que nadie está obligado a que le gusten los animales o a compatibilizar el embarazo y las mascotas, pero, también lo es que las sociedades son más avanzadas y cultas cuanto más los respetan y cuidan. Aunque, lo que nos mueve a combatir los principales mitos sobre los gatos y el embarazo es aliviar la presión que recae en las mujeres que conviven con felinos y que se ven en la disyuntiva innecesaria de elegir entre su gato y su bebé.
Listado de mitos sobre los gatos y las mujeres embarazadas
Afortunadamente, algunas de las ideas que vamos a enumerar acerca de los gatos y su maldad o los perjuicios que ocasionan son ya difíciles de escuchar. Pero, se incorporan a esta lista porque puede quedar quien albergue la mínima duda.
- Los gatos provocan abortos y hacen estériles a las mujeres. Sin ninguna base científica, la convivencia con estos animalitos no tiene ninguna incidencia en estas dos cuestiones. Una simple prueba, ¿cuántas veterinarias y sus ayudantes tienen embarazos e hijos sin problemas a pesar de estar tratando y tocando a gatos a diario? A felinos de todo tipo, callejeros o domésticos, sanos y enfermos. Y, no toman medidas específicas salvo las de higiene que recomienda el sentido común.
- Los gatos absorben el aliento de los bebés, les roban el aire, esta es una de la leyendas sobre los gatos y el embarazo que debes desterrar.. Probablemente esta idea surgió en algún momento de la historia en el que alguien se encontró un bebé víctima de una muerte súbita y un gatito curioso cerca, olisqueándole. No creemos necesario explicar lo absurdo de esta afirmación. Lo que no significa que tengamos que dejar a nuestro recién nacido y a nuestra mascota solos y sin vigilancia. Es evidente que hay que mantener una supervisión siempre que hay animales y niños en casa, por el bien de ambos.
- Otra de las creencias sobre los gatos y el embarazo es que los gatos se vuelven agresivos cuando te quedas embarazada. Muy al contrario, su instinto de protección hará que tu gato esté todavía más pendiente de ti. Pero claro, si por influencia de estos prejuicios empiezas a tratar a tu gato de otra forma, no le acaricias y le mantienes lejos de ti, ese rechazo que para el animal es incomprensible puede desembocar en un cambio en su comportamiento.
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Nos quedan aún dos mitos sobre los gatos y las mujeres embarazadas que comentar y confrontar con la realidad de los riesgos y beneficios de tener un gato en el embarazo:
- Si acaricias a un gato embarazada, tu hijo tendrá muchos enemigos. Suponemos que el origen de esta afirmación era que las mujeres no tocasen a los gatos por un problema de transmisión de enfermedades, especialmente con el tema de la toxoplasmosis. Una vez más aprovechamos para recordar que esta enfermedad no se contagia por acariciar al gato, si no por contacto directo con sus heces. Y que es mucho más frecuente cogerla comiendo carne cruda o vegetales sin lavar.
- Los gatos son falsos, traicioneros y portadores de mala suerte. Lo que esconde esta afirmación es un profundo desconocimiento de la psicología felina. Los gatos son especialmente expresivos y nos avisan de antemano de cómo se encuentran: asustados, confiados, alerta, relajados… Sólo hay que aprender a leer correctamente las señales que nos mandan.
Estos son los 5 mitos sobre los gatos y el embarazo que debes dejar de creer por absurdos y carentes de justificación.
