El reflejo de búsqueda en el bebé es uno de los conocidos como reflejos primarios o arcaicos. Un reflejo que, como el resto, aparece desde el nacimiento y ayuda a que los pequeños puedan sobrevivir y adaptarse a su nueva vida. Comentamos un poco esto de los reflejos de los bebés recién nacidos temporales o primarios. Nos centramos también en conocer qué es exactamente y para qué sirve el reflejo de búsqueda en el bebé.
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Los reflejos temporales de los recién nacidos
Estos reflejos reciben el nombre de temporales debido a que a medida que nuestro hijo crece, irán desapareciendo. Son respuestas biológicas al cambio de medio. Algo normal y necesario. Es más, si se percibe la falta de alguno de ellos tras el embarazo y el nacimiento del bebé, podría verse como un síntoma de que el niño no está desarrollando con normalidad.
Entre estos reflejos del recién nacido, además del reflejo de búsqueda del que hablaremos con más profundidad, encontramos los siguientes:
- Reflejo de succión: cuando el bebé hace ademán de succionar al acercarlo a cualquier objeto.
- Reflejo de apoyo y marcha: al mantener al bebé de pie, en contacto con el suelo y sosteniéndolo firmemente por los brazos, se endereza y apoya los pies, este es el reflejo de la marcha automática. Poco a poco, si se le impulsa, va adelantando los pies uno tras otro.
- Reflejo de presión palmar: el reflejo del bebé al apretar la mano cuando se le acerca algún objeto.
- Reflejo de brazos en cruz: si escucha un golpe fuerte, separa bruscamente los brazos para ponerlos después sobre su pecho.
- Reflejo Babinski: al rozar un objeto duro por el borde de la planta del pie, abre sus deditos en abanico.
- Reflejo cervical tónico-asimétrico: cuando el bebé tiene la cabeza girada hacia un lado, el brazo y la pierna de ese lado se flexionan.
¿En qué consiste el reflejo de búsqueda en el recién nacido?
El reflejo de búsqueda es uno de los instintos más automáticos y primarios. Este reflejo consiste en que cuando se presiona cerca de la boca del bebé, desplaza la cabeza hacia el lado donde nota la presión. Aparece nada más nacer y desaparece progresivamente cuando el bebé tiene dos meses. Su ausencia puede ser signo de alguna anomalía.
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La importancia del reflejo de búsqueda
El reflejo de búsqueda está estrechamente ligado a la búsqueda de la fuente de alimentación del bebé, es decir al pecho materno. Es el movimiento inconsciente de los recién nacidos para buscar el pezón materno, algo esencial para que se de la lactancia. Podemos decir que es el primer paso de la cadena de reflejos que permiten que un recién nacido pueda alimentarse correctamente. La lactancia materna sin este reflejo se hace más difícil.
La falta de este reflejo en los recién nacidos es un tema a tener en cuenta. Muchas veces se cree que pude ser solventado por la madre. Que simplemente puede corregirse dirigiendo la cabeza del bebé hacia el pecho. No obstante, hay muchos estudios que aseguran que la importancia de este instinto primario va más allá de tener una correcta alimentación.
En los casos en los que el bebé, completamente despierto, no es capaz de realizar esta búsqueda con su cabeza frente a las fuentes de presión, puede ser un claro indicio de una afección de carácter motor.
Esta afección de carácter motor estaría limitando los movimientos de los músculos del cuello para girar en busca del estimulo. Es esencial que este tipo de problemas se detecten lo antes posible. Su detección temprana puede aumentar muchísimo la evolución positiva de los bebés con afecciones de este tipo.
Si tu recién nacido está presentando problemas a la hora de buscar, lo mejor es que nos pongamos en contacto con un especialista y le comentemos el caso.
