Fuente || Freepik
Tener un bebé implica abrirse a un mundo donde reinan los pañales y productos como toallitas húmedas, cremas, ropa infantil y baberos. Pero, además de todos estos elementos específicos para cubrir sus necesidades, también existen algunos accesorios imprescindibles durante los primeros meses. Es el caso de los chupetes.
Los chupetes: ¿Cuál es su función y cómo incorporarlos?
La principal función de los chupetes es calmar la ansiedad y los llantos del bebé. Aunque algunas personas están en contra de su uso, lo cierto es que proporciona muchas más ventajas que desventajas, sobre todo en las primeras etapas.
Entre sus beneficios, los chupetes consiguen calmar el instinto de succión que tienen los bebés. De este modo, fomenta un estado de tranquilidad y ayuda a reducir otras molestias que pueden surgir en los más pequeños. Ello se debe a que proporciona una sensación similar a tomar el pecho materno.
No obstante, es primordial saber que lo primero es que el bebé se acostumbre a la lactancia. Y, posteriormente, se podrán ofrecer los chupetes. Este paso también conlleva un periodo de adaptación. Uno de los aspectos más importantes es estar atentos a que los peques no tiren o se les caiga el chupete, por lo que deberás enseñarle a que lo sostenga por si solo.
Verás como de forma rápida y con el apoyo adecuado, adquirirá el hábito y podrá sentirse más tranquilo y cómodo.
¿Qué modelo elegir?
Se pueden encontrar una gran diversidad de modelos y diseños. Pero, en concreto, se deben valorar una serie de aspectos y elementos:
Tetina
Al elegir un chupete, una de las cuestiones a considerar es la forma de la tetina. Hablamos de la parte que permite que el bebé succione, por lo que es fundamental. En concreto, existen las siguientes opciones:
- Tetina anatómica: Simula la forma del pezón materno durante la succión.
- La tetina fisiológica: Es plana y asimétrica. Ejerce una mínima presión sobre el paladar del bebé.
- Tetina redonda: Tiene una forma circular.
Materiales
Por otro lado, hay que observar cuál es el material con el que se ha fabricado. Podemos distinguir dos tipos:
- Látex: Esta opción es resistente, blanda, elástica y natural. Absorbe el agua y retiene olores. Por eso, se recomienda cambiarlo más seguido. Generalmente, al mes y medio.
- Silicona: Es un material químico que no absorbe olores ni sabores. Es el más populares, ya que con el uso no cambia su tamaño, ajunque sí su color. Adopta la tonalidad de los alimentos que el bebé consumo a diario. Otra de sus cualidades es que es resistente y poco flexible. Por tanto, se aconseja para los niños que ya tienen sus primero dientes.
Arandela o escudo
Se trata de la parte más bonita, la zona que tiene diferentes diseños, motivos o dibujos. ¿Qué opciones hay?
- De plástico: Tienen una forma redonda o de mariposa.
- Mismo material que la tetina: Están fabricados con el mismo material que la tetina, por lo que se caracterizan por ser más flexibles.
Talla
A la hora de escoger el modelo, tendrás que ver cuál es el más adecuado para el bebé. Lo más común es que se compren varios. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el tamaño del paladar cambia a medida que el pequeño va creciendo, por lo que también existen diferentes tallas de chupetes:
- De 0 a 6 meses.
- A partir de 6 meses.
- A partir de 12 meses.
¿Cuánto tiempo se debe usar el chupete?
Los especialistas recomiendan que el uso del chupete no sobrepase el primer año. La utilización en exceso puede complicar la formación de los dientes y puede provocar la aparición de llagas en las mucosas de la boca y el paladar o que el bebé desarrolle una mordida invertida.
Por último, cuando llegue el momento de que deje de usarlo, se pueden seguir dos estrategías:
- Eliminar su uso durante el día y utilizarlo solo durante la noche durante el periodo de tiempo.
- Quitárselo directamente y hacerlo desaparecer.
Elijas la opción que elijas, será fundamental hablarlo con los niños para que entiendan qué ocurre. De este modo, los niños tendrán mayor seguridad y tranquilidad y, con el tiempo, dejarán de buscarlo y necesitarlo.
