Factores que influyen en la forma de la barriga en el embarazo

La forma de la barriga de una embarazada siempre ha sido una manera muy popular de prever si lo que vendrá es un niño o una niña. Aunque no existen evidencias científicas al respecto, y se tratan más de creencias culturales, lo cierto es que hay ciertos factores que influyen en la forma de la barriga en el embarazo y en determinar cómo está yendo el bebé según la forma y tamaño.

Ya hemos hablado en otro artículo sobre los motivos por los que las embarazadas se tocan la barriga, pero ¿por qué existen diferentes formas de barrigas en la gestación? sigue leyendo y descúbrelo.

Aunque todas llevamos lo mismo en nuestro interior al quedarnos embarazadas, la verdad es que no todas vamos a tener la misma forma por fuera. Hablamos de la barriga de las futuras madres, y todas las formas de las que nos podemos encontrar: picudas, anchas, irregulares, chatas o casi nada prominentes… Esto dependerá de cada mujer, e incluso en varios embarazos de la misma madre, esto puede variar en función de la etapa de gestación en la que se encuentre o el momento de su vida en el que se queda embarazada.

A continuación, vamos a determinar qué factores influyen en la forma de la barriga en el embarazo para así conocer como va a ir nuestra gestación.

Factores que afectan a la forma del vientre de la embarazada

Lejos de creer en leyendas que adivinan si es niño o niña en función de la forma del abdomen al quedarnos embarazadas, la forma de la barriga en el embarazo es distinta de una mujer a otra por estas razones:

• La masa muscular de la madre, es decir, si se padece algo de sobrepeso en el embarazo, esta cantidad de grasa tapará a menudo el volumen de la barriga y no será del todo perceptible como otras barrigas de mujeres más delgadas.
• El tamaño de la madre también influye, pues mujeres de constitución estrecha en la zona pélvica tendrán una barriga volcada hacia afuera y crecerá bastante pues tiene poco espacio para albergar al bebé; sin embargo, en mujeres más anchas, la tripa se desarrollará menos hacia afuera.

• El número de embarazos de una mujer también influye en la forma de la barriga, así pues, si es el primero, la barriga será más prominente, pero, a partir del segundo embarazo, tiende a ser más ancha. En el caso de ser un embarazo gemelar también puede que la barriga de la embarazada sea más pronunciada.
• El líquido amniótico también afecta al tamaño y volumen de la barriga, pues al final de la etapa del embarazo, el feto flota en él y si hay mucho líquido el tamaño de la tripa aumentará.
• La posición del bebé dentro de la barriga también afecta a la forma de la barriga de la embarazada. Si el feto está ubicado cerca de la cara posterior del útero, tendremos menos barriga. Si, por el contrario, su posición es transversal, nuestro abdomen se verá más ancho.
• La postura de la madre también determina la forma de la barriga. Si la mujer tiende a caminar con los hombros hacia atrás o tiene una curvatura de la columna pronunciada, la tripa saldrá más y se verá más prominente.
• Para futuras madres que poseen unos abdominales más pronunciados o tonificados, la tripa será un poco más alta y plana, pues los músculos sostendrán al bebé. Si somos de las que no se mueren por hacer ejercicio, nuestra barriga lucirá más baja y picuda.

Cada barriga es diferente según qué tipo de mujer esté embarazada. Aun así, no debemos olvidar que todas ellas son bonitas y contienen lo más importante del mundo, una nueva vida que está a punto de ver la luz y por ello tenemos que lucirla con orgullo, tenga la forma que tenga.