Las hormonas del parto: para qué sirven y cómo funcionan

¿Te has preguntado alguna vez cómo se desata el parto? Sucede por el efecto de las hormonas del parto, hormonas que al cumplirse las 37-40 semanas de gestación empiezan a ejercer su efecto. Descubre todos los detalles sobre la oxitocina, la relaxina, las endorfinas y la prolactina, te explicamos para qué sirven y cómo funcionan.

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¿Para qué sirven las hormonas del parto?

Las hormonas son pequeñas moléculas hechas a base de proteínas o colesterol, que le dan al cuerpo diversas señales. Durante el embarazo predominan la progesterona y el estrógeno. Ellas se encargan de mantener al feto con vida, desarrollar la placenta y modificar tu cuerpo para atender a sus necesidades.

Pero, durante el parto, disminuye su actividad y funcionan otras diferentes. Aquí el protagonismo lo tiene la oxitocina. También hay otras moléculas o hormonas del parto que participan en menor medida como: la relaxina y las endorfinas. Te mostramos cuáles son las hormonas que actúan en el parto y cuáles son sus funciones.

1. Oxitocina

Esta molécula se encarga de varios aspectos durante el parto, y en el período del postparto. Al inicio, sirve para estimular las contracciones uterinas. Estos son los movimientos que permiten desplazar a tu bebé desde el fondo del útero hasta tu vagina, para parirlo. Las contracciones del parto son dolorosas y llevan su tiempo. En promedio el trabajo de parto normal dura de 8 a 12 horas.

Si la hormona oxitocina durante el parto que produce tu propio cuerpo no resulta suficiente para movilizar al bebé tu médico indicará que se administre vía endovenosa. La oxitocina natural y la artificial cumplen la misma función, así que, no debes preocuparte.

Luego de que el niño y la placenta sean expulsados la oxitocina sigue circulando. En este momento su función es la de mantener el útero tónico para evitar sangrados que te descompensen. Y más adelante, te ayudará a dar lactancia a tu pequeño.

2. Relaxina

Las contracciones producen el movimiento mecánico del niño. Pero, para que esté pueda salir tuvieron que haberse flexibilizado las articulaciones de tu pelvis, los músculos del perineo y la vagina. Es justo esta función la que realiza la relaxina. La hormona relaja los músculos y articulaciones del perineo y la pelvis. Al principio, para adaptar el centro de la gravedad en la madre, y luego, para prepararla para el parto.

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3. Endorfinas

Es posible que ya conozcas a estas hormonas del parto, dado que están implicadas en el placer, el enamoramiento y la disminución del dolor. Así que no solo las vemos en el parto, o después del mismo, las encontramos en casi cualquier momento de nuestra vida.

Cuando inicia el trabajo de parto también comienzan a secretarse estas hormonas. Aunque su primer fin es disminuir el dolor, no lo logran con tanta eficacia. El estímulo de las contracciones es tan potente que poco pueden hacer las endorfinas. Pero, en el postparto, si que logran un efecto analgésico importante.

Al momento de expulsar al bebé se liberan en mayor proporción y existe un pico de estas hormonas en tu cuerpo. Ellas son las que producen, en conjunto con la oxitocina, la sensación de amor con solo la primera vista a tu pequeño recién nacido.

4. Prolactina

Luego de parir toca alimentar a tu hijo, tu cuerpo lo sabe muy bien. En el período del postparto se inicia la secreción de hormona prolactina, la encargada de estimular las gandulas mamarias para la producción de leche.

Conforme vayas amamantando al pequeño aumentará la cantidad de prolactina, y, por tanto, la de la leche. En la lactancia también interviene, como ya lo mencionamos, la oxitocina y las endorfinas. Colaborando entre todas, no solo para alimentar a tu bebé, sino también, para crear un vínculo afectivo entre ambos.

Alicia Fontanillo Médico especialista en Ginecología y Obstetricia.